Papa Francisco en la Audiencia, 1-5-2024: «La fe es el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios, como Abraham, Moisés y la Virgen María»

* «El gran enemigo de la fe: no es la inteligencia, no es la razón, como por desgracia algunos siguen repitiendo obsesivamente, sino que el gran enemigo de la fe es el miedo. Por eso, la fe es el primer don que hay que acoger en la vida cristiana: un don que es preciso acoger y pedir cada día, para que se renueve en nosotros. Aparentemente es un don pequeño, pero es el esencial. La fe es la virtud que hace al cristiano. Porque ser cristiano no es ante todo aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino que ser cristiano es acoger y custodiar un vínculo, un vínculo con Dios: Dios y yo; mi persona y el rostro amable de Jesús. Este vínculo es lo que nos hace cristianos»

Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma

 * «Oremos por los pueblos víctimas de la guerra. La guerra es siempre una derrota, siempre. Pensemos en la atormentada Ucrania que tanto sufre. Pensamos en los habitantes de Palestina e Israel, que están en guerra. Pensamos en los Rohinyá, en Myanmar, y pidamos la paz, pidamos la paz verdadera para estos pueblos y para el mundo entero. Lamentablemente hoy las inversiones que más ingresos dan son las fábricas de armas. Terrible,ganar dinero con la muerte.. Pedimos paz, que avance la paz»

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

1 de mayo de 2024.- (Camino Católico)  “El Catecismo de la Iglesia Católica nos explica que la fe es el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios” ha dicho esta mañana el Santo Padre durante la Audiencia General, al reflexionar sobre la virtud teologal de la fe: “Es la virtud que hace al cristiano. Porque ser cristiano no es aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino acoger y custodiar un vínculo: un vínculo con Dios y yo”.

Ante miles de fieles y peregrinos en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco recuerda que es por eso que “la fe es el primer don que hay que acoger en la vida cristiana”: “un don que es preciso acoger y pedir cada día, para que se renueve en nosotros”. “Como dice el Apóstol, la fe no es de todos” afirma el Papa, recordando que incluso nosotros, que somos creyentes, “a menudo nos damos cuenta de que solo tenemos una pequeña reserva”. Por ello, hoy el Papa Francisco ha animado a todos los peregrinos presentes y a quienes están conectados por radio y televisión a recitar “una hermosa oración”: «Señor, aumenta nuestra fe». Gracias, Señor”.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Y es que, para un padre cristiano, consciente de la gracia que se le ha concedido, “es ése el don que debe pedir también para su hijo: la fe” dice el Papa: “Con ella, un padre sabe que, incluso en medio de las pruebas de la vida, su hijo no se ahogará en el miedo. Sabe también que, cuando deje de tener un padre en esta tierra, seguirá teniendo a Dios Padre en el cielo, que nunca le abandonará”. En el vídeo superior de Vatican News se visualiza y escucha la catequesis traducida al español y la síntesis que el Santo Padre ha hecho en nuestro idioma, cuyo texto completo es el siguiente:

Foto: Vatican Media, 1-5-2024
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
Miércoles, 1 de mayo de 2024
Catequesis. Vicios y virtudes. 18. La fe
Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy quisiera hablarles de la virtud de la fe. Como la caridad y la esperanza, esta virtud se llama «teologal». Las virtudes teologales son tres: fe, esperanza y caridad. ¿Por qué son teologales? porque sólo podemos vivirlas gracias al don de Dios. Las tres virtudes teologales son los grandes dones que Dios hace a nuestra capacidad moral. Sin ellas, podríamos ser prudentes, justos, fuertes y templados, pero no tendríamos ojos que ven incluso en la oscuridad, no tendríamos un corazón que ama incluso cuando no es amado, no tendríamos una esperanza que osa contra toda esperanza.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

¿Qué es la fe? El Catecismo de la Iglesia Católica, nos explica que la fe es el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios (n. 1814). En esta fe, Abraham fue nuestro gran padre. Cuando aceptó dejar la tierra de sus antepasados para dirigirse a la tierra que Dios le mostraría, probablemente se le juzgó loco: ¿por qué dejar lo conocido por lo desconocido, lo seguro por lo incierto? Pero, ¿por qué hacerlo? ¿Está loco? Pero Abraham se pone en camino, como si viera lo invisible. Esto es lo que la Biblia dice de Abraham: «Se puso en camino como si viera lo invisible». Esto es hermoso. Y seguirá siendo lo invisible lo que le hace subir al monte con su hijo Isaac, el único hijo de la promesa, que sólo en el último momento se librará del sacrificio. Con esta fe, Abraham se convierte en el padre de una larga estirpe de hijos. La fe le hizo fecundo.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Hombre de fe fue también Moisés, que, aceptando la voz de Dios incluso cuando más de una duda podía asaltarlo, permaneció firme confiando en el Señor, e incluso defendió al pueblo que tantas veces carecía de fe.

Mujer de fe será la Virgen María, quien, al recibir el anuncio del Ángel, que muchos habrían desechado por demasiado exigente y arriesgado, responde: «He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Y con el corazón lleno de fe, con el corazón lleno de confianza en Dios, María emprende un camino del que no conoce ni la ruta ni los peligros.

La fe es la virtud que hace al cristiano. Porque ser cristiano no es ante todo aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino que ser cristiano es acoger y custodiar un vínculo, un vínculo con Dios: Dios y yo; mi persona y el rostro amable de Jesús. Este vínculo es lo que nos hace cristianos.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

A propósito de la fe, me viene a la mente un episodio del Evangelio. Los discípulos de Jesús están cruzando el lago y se ven sorprendidos por una tormenta. Creen que podrán salir adelante con la fuerza de sus brazos, con los recursos de su experiencia, pero la barca comienza a llenarse de agua y les entra el pánico (cfr. Mc 4,35-41). No se dan cuenta de que tienen ante sus ojos la solución: Jesús está allí con ellos, en la barca, en medio de la tormenta, y Jesús duerme, dice el Evangelio. Cuando por fin lo despiertan, asustados e incluso enfadados porque creen que Él les deja morir, Jesús les reprende: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?» (Mc 4,40).

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

He aquí, pues, el gran enemigo de la fe: no es la inteligencia, no es la razón, como por desgracia algunos siguen repitiendo obsesivamente, sino que el gran enemigo de la fe es el miedo. Por eso, la fe es el primer don que hay que acoger en la vida cristiana: un don que es preciso acoger y pedir cada día, para que se renueve en nosotros. Aparentemente es un don pequeño, pero es el esencial. Cuando nuestros padres nos llevaron a la pila bautismal, anunciaron el nombre que habían elegido para nosotros, – esto sucedió en nuestro bautismo -: y luego el sacerdote les preguntó:  «¿Qué le piden a la Iglesia de Dios?». Y nuestros padres respondieron: «¡La fe, el bautismo!».

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Para un padre cristiano, consciente de la gracia que se le ha concedido, es ése el don que debe pedir también para su hijo: la fe. Con ella, un padre sabe que, incluso en medio de las pruebas de la vida, su hijo no se ahogará en el miedo. He aquí el enemigo es el miedo. Él sabe también que, cuando deje de tener un padre en esta tierra, seguirá teniendo a Dios Padre en el cielo, que nunca le abandonará. Nuestro amor es frágil, y sólo el amor de Dios vence la muerte.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Por supuesto, como dice el Apóstol, la fe no es de todos (cfr. 2 Ts 3,2), e incluso nosotros, que somos creyentes, a menudo nos damos cuenta de que solo tenemos una pequeña reserva. Jesús podría reprendernos con frecuencia, como a sus discípulos, por ser «hombres de poca fe». Pero es el don más feliz, la única virtud que nos está permitido envidiar. Porque quien tiene fe está habitado por una fuerza que no es sólo humana; en efecto, la fe «suscita» en nosotros la gracia y abre la mente al misterio de Dios. Como dijo una vez Jesús: «Si tuvieran un poco de fe como un granito de mostaza, podrían decir a esa morera:» Arráncate y plántate en el mar», y les obedecería.» (Lc 17, 6). Por eso también nosotros, como los discípulos, repetimos: Señor, ¡aumenta nuestra fe! (cfr. Lc 17,5) ¡Es una hermosa oración! ¿La decimos todos juntos? «Señor, aumenta nuestra fe». La decimos juntos: [todos] «Señor, aumenta nuestra fe». Demasiado débil, un poco más alto: [todos] «¡Señor, aumenta nuestra fe!». Gracias.

Después, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa ha dicho:

Foto: Vatican Media, 1-5-2024
Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Queridos hermanos y hermanas:

La catequesis de hoy hace referencia a la primera de las virtudes teologales, la virtud de la fe. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que por la fe creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado. Es también el acto con el que el ser humano se entrega libremente a Dios.

En la Sagrada Escritura encontramos algunos ejemplos de la fe, ejemplos basilares: fijémonos en la figura de nuestro padre Abraham, que estuvo dispuesto a abandonar su tierra y, por su total confianza en Dios, no negó ofrecerle en sacrificio a su único hijo, Isaac. También la fe de Moisés nos anima, ya que, aun en medio de pruebas y dudas, siguió confiando en el Señor, mientras guiaba a su pueblo por el desierto. Y veamos por último la fe de la Virgen María, la cual ante el anuncio del Ángel respondió generosamente con un corazón totalmente disponible, abandonándose plenamente a la voluntad de Dios.

Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a la Federación Regnum Christi, a los Legionarios de Cristo que han recibido en estos días la ordenación sacerdotal y a sus familiares, así como a los formadores y alumnos de los diferentes Centros de Estudios. Que el Señor, por intercesión de san José obrero, padre en la obediencia, nos aumente el don de la fe y nos permita abrir la mente a su misterio divino. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

En otras lenguas el Santo Padre ha manifestado:

Foto: Vatican Media, 1-5-2024
Foto: Vatican Media, 1-5-2024

Por último, mi pensamiento se dirige a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados. Hoy, 1 de mayo, con toda la Iglesia conmemoramos a San José Obrero e iniciamos el mes mariano. Por eso, a cada uno de vosotros quisiera proponeros la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de comunidad doméstica: comunidad de vida, de trabajo y de amor.

Y luego no olvidemos orar por la paz: oremos por los pueblos víctimas de la guerra. La guerra es siempre una derrota, siempre. Pensemos en la atormentada Ucrania que tanto sufre. Pensamos en los habitantes de Palestina e Israel, que están en guerra. Pensamos en los Rohinyá, en Myanmar, y pidamos la paz, pidamos la paz verdadera para estos pueblos y para el mundo entero. Lamentablemente hoy las inversiones que más ingresos dan son las fábricas de armas. Terrible,ganar dinero con la muerte.. Pedimos paz, que avance la paz.

Francisco


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