MARÍA VALTORTA . VÍA DOLOROSA, CRUCIFICCIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

El Evangelio como me ha sido revelado. María Valtorta 607- Juan va a recoger a la Madre Veo al predilecto (Juan), más pálido aún que cuando estaba con Pedro en el patio de Caifás. Quizás porque allí …Más
El Evangelio como me ha sido revelado. María Valtorta
607- Juan va a recoger a la Madre
Veo al predilecto (Juan), más pálido aún que cuando estaba con Pedro en el patio de Caifás. Quizás porque allí la luz del fuego proyectaba un cálido reflejo en su cara.
Ahora se le ve ajado, como por causa de una grave enfermedad, y como exangüe. Su cara está tan intensamente pálida -lívida palidez-, que emerge de la túnica malva como la de un ahogado. Y tiene los ojos empañados. El pelo, mate; despeinado.
La barba, que ha asomado en esas horas, le pone un velo claro en las mejillas y el mentón, y, siendo rubia clara, da a aquéllas un aspecto aún más pálido. No queda en él nada del dulce y alegre Juan, como tampoco del inquieto Juan que poco antes, con un acceso encendido de desdén en el rostro, a duras penas se ha contenido de pegar a Judas.
Llama a la puerta de la casa y, como si desde dentro alguien, temeroso de encontrarse otra vez a Judas, preguntara que quién llama, responde:
-Soy Juan.
La puerta …
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adeste fideles